Por:
Héctor Escalante
ovnivenezuela@gmail.com
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Caracas,
03 de junio de 2017. La mañana del viernes 26 de mayo, como cada día, Francis Rodríguez y su esposo realizaban
las tareas del hogar antes de salir a trabajar. Era un poco más de las 5:30 AM,
aún no salía el sol en Las Adjuntas,
un sector de la Parroquia Macarao, en
el suroeste de Caracas, que está
rodeado de vegetación y pequeños manantiales. Como parte de la rutina diaria, Carlos
se dispuso a sacar el perro al patio para que hiciera sus necesidades, cuando algo en el cielo llamó su atención.
“Era una estrella blanca, muy brillante, y un poco
más grande que las otras estrellas que estaban a su alrededor, que si titilaban
y cambiaban de color constantemente”, relató Francis, quien fue advertida inmediatamente
por su esposo, después de haber presenciado -con asombro- el desplazamiento de otra esfera luminosa que pareció salir de
ese mismo cuerpo celeste.
No sabían
de qué se trataba. “Era como si ese objeto se hubiese estado camuflajeando con la estrella”,
expresó. Al principio parecía más pequeña, describió al periodista Héctor Escalante -quien llegó a la pareja referido por el investigador Raúl Olivar- pero poco a poco se
fue haciendo grande, llegando incluso a tener mayor tamaño que la estrella. “La
luz también era blanca y más brillante”,
añadió.
La duda
invadía sus mentes. Según Francis, el artefacto, que no emitió ningún tipo de
sonido, “se movía demasiado rápido para
ser un avión”. Y helicóptero no parecía, analizó. Un dron a esa hora y en
ese lugar, tampoco era factible. Para Carlos, la hipótesis de la aeronave
tampoco tenía asidero. “Los aviones llevan luces rojas a los lados y estas
titilan”, le insistió en varias ocasiones.
En eso,
como si se tratara de una respuesta directa a sus interrogantes, el objeto realizó
un giro repentino en su ruta. No se lo podían creer. “Se movió en línea recta
hacia mi derecha, retrocedió un poco hasta cambiar de trayectoria, como si estuviera enderezando
su curso, y se quedó estacionado sobre
nuestra casa por unos segundos”, detalló la testigo.
Al cabo
de poco tiempo, prosiguió, este “se fue moviendo en dirección a una estrella, y
a medida que iba acercándose, imitaba
sus destellos y colores”. Impactados por lo que estaba sucediendo, no
despegaron su mirada ni un segundo del firmamento, pero el distanciamiento fue
dificultando la visión, y en el intento de moverse de sitio para encontrar una
mejor ubicación, lo perdieron de vista.
La rareza
del hecho les hizo distraerse. Debieron haber pasado varios minutos, y todavía no
salían de la admiración, pero había
que continuar con la jornada ordinaria del día. Tras unos breves comentarios,
deciden regresar a la casa y al entrar, verifican
con asombro que apenas eran las 5:36 AM. “Sentimos como si el tiempo se detuvo o pasó muy lento,
es una experiencia inexplicable”, puntualizó Francis.
Hasta el
momento no hay reportes de otras personas referidos a este curioso
acontecimiento. Tampoco hubo registros fotográficos, al menos no por parte de
Francis y su esposo. “No intentamos tomar fotos ni video porque nuestros
teléfonos celulares no tienen buena resolución, y además no queríamos perdernos
lo que estábamos observando”, concluyó la testigo.
1 comentario:
Saludos. Interesante su blog. En el estado Carabobo, más específicamente en los Valles Altos (municipios Bejuma, Miranda y Montalbán) se producen cantidades de avistamientos. Además de ello algunos relacionan estos eventos con los dos geoglifos que se encuentran en la zona. Uno de estos glifos es conocido con el nombre de Rueda del Indio (el más grande conocido en Venezuela), mide 57.7 metros de diámetro (tiene forma circular). Lo conoce?
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