Caracas, 08 de octubre de 2020. El 7 de octubre en horas de la tarde, Martha Mora fotografió desde su residencia en la urbanización Los Samanes, municipio Batuta del estado Miranda, una lluvia que le causó curiosidad, sin percatarse de que, entre las nubes, había algo raro que logró captar de manera fortuita.
Esta no es la primera vez que Martha descubre cosas extrañas en los cielos, pero es porque, más allá de la conexión que tiene con este tipo de fenómenos, que le permite estar intuitivamente, aunque sin planificarlo, en el sitio y el momento adecuado para poder presenciarlos, ella es arriesgada.
De hecho, para obtener esta imagen, a la que tuve acceso mediante su hijo, Marco Almao, quien es mi amigo y un incansable observador de los cielos, tuvo que extender la mano y sacar su móvil por una ventana, desde un piso 11.
Con ello buscaba evitar que, el vidrio de la misma, que está forrado con papel ahumado, y la reja que la protege, no interfirieran en su intención de plasmar, en detalle y lo más claro posible, aquella curiosa escena protagonizada por un aguacero que, dicho sea de paso, no es el primero que ve caer de esa intrigante manera.
A simple vista, el objeto es casi imperceptible, pero aplicando filtros con un software de edición gráfica y modificando algunos valores de la imagen, encontré que, este es de color blanco, por lo que se camuflajea entre las nubes, y que, aparentemente está formado por varias esferas que evidencian estar organizadas en forma lineal.
Para ser un avión es demasiado pequeño. Dron no parece, por el color y por la altura, además, no presenta ningún tipo de iluminación. Ave e insecto, menos ¿Un reflejo en el vidrio de la ventana?, es factible, pero, imposible en esta ocasión, porque, como señalé anteriormente, ésta tiene papel ahumado y la foto se tomó por delante de ella.
¿Qué hacía ese artefacto de extraña apariencia camuflado entre las nubes, justo donde caía un torrencial aguacero que aparentaba bañar únicamente un sector de la ciudad? Ahí se los dejo. Llámenme loco o conspiranoico, pero, de que vuelan, vuelan.
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